jueves, marzo 27, 2008

Trabajar en Australia Parte II - Reputación

Tengo que confesar algo. El primer post sobre trabajar en Australia me costo mucho escribirlo porque en realidad él que quería escribir era este. El primero era necesario para preparar el terreno, pero es este él que desarrolla los aspectos que tanto me molestan y al mismo tiempo tanto admiro de Australia. Con el tiempo me he acostumbrado a vivir con este dilema y hasta lo disfruto como se disfruta un trago de whisky en las rocas; amargo pero relajante, oscuro pero embriagador. Veamos.

Había planteado en el post anterior las cuatro piedras angulares del ejercicio profesional en Australia: reputación, planificación, oposición y expresión. Este post se lo dedico al tema reputación.

Para hablar sobre reputación en Australia hay que entender primero como pasa de boca en boca. Como introducción bastaría decir que en Australia la solidaridad con el ausente es sumamente baja. En el trabajo hay que tener cuidado porque a la gente le “hacen la cama” por detrás y ni se entera. No es que no existieran chismes en otros lados -ni hablar de donde yo vengo-, pero es que en otras partes alguien te dice, o lo sospechas por medias sonrisas, o por actitudes. No en Australia. Aquí nadie te dice nada, todos parecen haber tomado clases de actuación. Y es a todos los niveles, hasta el más refinado de los altos gerentes juega a la parodia –esos son los que más- Mi punto aquí es que por ejemplo un compañero de trabajo que tenga una relación buena contigo no va a dudar en decir todos los defectos que el piense que tú tienes si un superior (o cualquiera para lo que toca) le pregunta. Voy aún más lejos; he escuchado sobre referencias de trabajo donde tu referente, que se supone de tu confianza, cuenta en forma muy detallada todas tus fallas a un futuro empleador que él ni conoce. En todos los países del primer mundo con los que he tenido contacto siempre encontré que la gente era sumamente crítica, pero en Australia (y tal vez UK) son los únicos que tienden a hablar por detrás de esta manera.

De otro punto de vista, tengo que admitir que este histrionismo australiano ahorra muchos problemas de confrontación y en el fondo no tiene nada que ver con hipocresía. Más bien tiene que ver con un sistema que te fuerza a comportarte dentro del marco, a hacer relaciones y cultivarlas para poder también emitir opiniones críticas y que sean respetadas. En fin, a hacerte de una reputación.

Reputación, credibilidad y honor. Me gusta el sistema porque a los que adoptamos a este país nos funciona. Quiero decir, en Australia no son ningunas hermanitas de la caridad; como en cualquier parte del mundo aquí existen vicios como etnocentrismo, amiguismo, prejuicios, a los que uno como extranjero sin experiencia local es más susceptible al principio. Sin embargo, una vez que demuestras con tus habilidades de lo que eres capaz, todas esas barreras rápidamente caen. Eso es admirable y es lo que más me gusta de trabajar aquí. Lógicamente, todo depende de que te den la oportunidad. Afortunadamente oportunidades sobran en este momento.

Con la psico-dependencia en la reputación vienen también otros vicios. Estos son el carácter personalista de los puestos de trabajo, gente que quiere trabajar sólo con los que conoce por su reputación, tráfico de influencias, recomendados, grupos, etc. Nada de eso va a cambiar en Australia por uno y lo único que hace es alentarte a que construyas credibilidad y reputación lo antes posible. No es perfecto, pero ¿qué lo es?

Continuará (pronto)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, bien buenos tus datos sobre la cultura laboral australiana, nos sirve de ayuda a todos los que planificamos trabajar allá. Hay una obra de teatro y también una película española que se llama el Método Gronholm y es un buen ejemplo de los crueles-austutas que pueden ser las personas para obtener un puesto de trabajo.Como dices nada es perfecto y eso pasa en Venezuela y en todas partes...

Gracias por escribir

Mila

Fer dijo...

Hola Mila,

Gracias a ti por leer. Yo tambien vi esa pelicula, muy buena... es un ejemplo de como los de sangre caliente (en este caso espanioles) nos confrontamos directamente. Fijate que al final se quedaron los que menos confrontaban.

Saludos,

Anónimo dijo...

Uff! Que duro lo que dices, sobre todo para el recién llegado o en mi caso, quien aspira a serlo. Te confieso que me asusta pensar todos los obstáculos y barreras que esto supone para el inmigrante. Sobretodo porque construir una reputación no es una tarea de un ratico. Y más aún en una idioma y código que uno no conoce lo suficiente.
Tus informaciones son muy valiosas y nos ponen en una perspectiva muy distinta frente a este reto de iniciar la vida en otro lado.
Gracias y espero las siguientes entregas. Mientras, déjame digerir esta.
Mari, desde Caracas.

Fer dijo...

Hola Mari,

Trabajar aqui no tiene nada de duro. Mas dificil es en cualquier parte del mundo (Venezuela incluida) Pero... trabajar en Australia tiene sus particularidades. No obstante, Yo sostengo que alguien con don de gente rompe el hielo aqui en cuestion de semanas. La reputacion la vas a necesitar despues para progresar profesionalmente.

Estoy conciente del tono dramatico del post pero yo practico la maxima que dice "siempre espera lo mejor, pero preparate para lo peor"

Saludos,