El tiempo vuela. Casi ni puedo creer que la Vivi ya va a cumplir años otra vez y eso me trajo recuerdos de su fiestica del año pasado. En esa oportunidad decidimos hacer algo diferente. Era su cumpleaños número 7 y pensamos que la ocasión merecía algo más maduro, que le gustara más a ella y sobre todo que le dejara recuerdos. Yo al menos, sólo tengo recuerdos claros desde los 7 años en adelante y quise que sus primeros recuerdos vivos fueran de esta celebración.
Para esa época habíamos recién instalado una TV nueva y un karaoke poco convencional. El mencionado karaoke otorga una puntuación al cantante e inclusive permite competir entre dos personas a la vez. Vivi se hizo aficionada al karaoke. Así que un día en la mañana para terminar de despertarla le propuse: ¿Qué tal si hacemos tu fiesta de cumpleaños de popstar? Se le abrieron los ojos como unas paraparas y asintió con la cabeza ¡si papi! Ni hizo falta que le explicara de que se trataba el asunto.
Esta seria nuestra primera experiencia (y hasta ahora la última) como huéspedes de una fiesta de niños a la australiana. Un festejo de este tipo invariablemente es temático (en este caso de popstar) con muy pocos niños (entre 10 y 25 máximo) a veces de un solo género (sólo hembras o sólo varones según el caso) y dura de 2 a 3 horas. Si es en una casa, los padres dejan a los niños y los vienen a buscar a la hora convenida. A veces se ven piñatas, pero eso todavía es un artefacto raro por aquí. Ya había visto algunas pocas fiestas similares en Venezuela auspiciadas por padres de esos que viven en Caracas pero tienen la cabeza en Miami.
A Vivi ya le habíamos hecho fiestas de cumpleaños aquí, pero a la venezolana. Me explico; una fiesta de niños a la venezolana consiste en alrededor de 60-100 personas, casi todos adultos traga-whisky, con algunos niños (hijos de los traga-whisky) brincando por todos lados. Siempre hay alguien que anime (controle) a los niños hasta que viene la piñata, y luego la torta. El evento en si dura hasta que el cuerpo aguante. En Australia por alguna extraña razón, conjeturo que por el costo, se cambia el whisky por otra bebida espirituosa ya sea cerveza o vino.
Pues si, llegada la fecha preparamos todo para la fiesta a la australiana, mandamos las invitaciones a 12 niñas con 2 semanas de antelación pidiéndoles a los padres que confirmaran antes de determinada fecha. Casi todas eran compañeras del colegio de Vivi. Y así llego el día.
Los padres iban trayendo a las niñas y las iban dejando. Algunos se presentaban, otros ni eso, solo tocaban la puerta y empujaban a la niña para adentro y se iban diciendo “la vengo a buscar ¿en cuanto? ¿en 2 horas?” Algunas niñas las echaron del carro en la puerta de la casa (tipo cuando sueltan a un secuestrado) y arrancaron. Que despreocupados son estos tipos. Aunque al decir verdad algunos padres pasaron y se quedaron 10 minutos antes de irse.
La fiesta al principio fue tranquila mientras hubo padres. Una vez que se fueron y las niñas le agarraron el gusto al micrófono la adrenalina fue subiendo y subiendo, y fueron cantando, luego gritando, luego brincando. Estaban desatadas.
La única manera de controlar a las niñas fue poniéndolas a bailar belly dance con Yel.
Luego del belly dance y la torta, las niñas demandaron que les prendiera el Karaoke de nuevo. Lo prendí (bajo amenaza de motín), y volvió a suceder, las niñas se fueron descontrolando gradualmente. A esas alturas comenzaban a llegar los padres, y es aquí donde se puso interesante la velada. Algunos padres, principalmente las madres, estaban abismadas, de boca abierta, asustadas por lo aceleradas que estaban las niñas. No decían nada pero sus caras eran un poema. En una ciudad donde a los niños no les dan Coca Cola porque supuestamente los acelera, se espera que en un cumpleaños se juegue “pasa el regalito” (pass the present) hasta los 13 años inclusive. Nadie estaba esperando ver a su hija cantar y festejar como loca, y menos en un séptimo cumpleaños. La situación estaba un poco tensa hasta que uno de los padres que era un poco mas abierto llegó. Él si alabó el festejo y dijo “esto si es una fiesta, nunca había visto a mi hija tan contenta” Con esto los demás padres se relajaron y se calmó la situación.
Nunca sabré que tan complicado pudo ser el asunto porque los australianos no hablan mucho de asuntos espinosos. De lo que sé, todo terminó bien, inclusive algunas de las niñas tienen un karaoke similar ahora en su casa. Falta que les hacia; un poco de música, sabor y sentimiento -a lo caribe- nunca está de más.
Si alguien se interesa, este karaoke es un programa para PC llamado Ultrastar, es gratis y lo pueden bajar aquí. Ultrastar es una copia para PC del popular programa del Playstation 2 Singstar.
viernes, marzo 07, 2008
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3 comentarios:
VIVI, aprovecha, exige que este año sea tan buena, o mejor que la celebraciòn de tus siete añitos. Son recuerdos que vas acumulando y tienen su peso el desenvolvimiento de tu vida social. Fortalecer tu grupo de amiguitos a travès de esas reuniones te hacen crecer y desarrollar valores para la convivencia y adaptaciòn a un medio social que ha sido nuevo para ti, pero a medida que vas creciendo se ha visto que te vas amoldando al mismo sin mayores contrariedades. Dios te bendiga.
Hola Fer:
Excelente tu blog.
Ojalá que logres la constancia que a veces nos falta para mantenerlo actualizado.
Lo voy a incluir en los links de mi blog para estar pendientes.
Saludos!
Gracias Augusto, yo tambien te agregare y visitare a la brevedad.
Saludos,
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