Siempre me han atraído las tramas de giro repentino en los libros y películas. Un buen ejemplo es la película The Others (Los Otros) dirigida por Alejandro Amenábar. La trama gira en torno a Grace Stewart (Nicole Kidman), una ama de casa y ferviente católica que vive en una antigua mansión junto a sus dos niños en la época de la segunda guerra mundial. Grace vive esperando pacientemente noticias de su esposo el cual está en el frente de guerra. Un buen día Grace recibe a tres lúgubres sirvientes y desde ese momento comienzan a pasar extraños eventos en la casa. Estos incluyen sucesos paranormales, voces, ruidos que sugerían que espíritus habitaban con ellos. Los eventos fueron creciendo en magnitud, y ya era evidente la presencia de “los otros” pero de repente un par de giros en la trama hacen ver a Grace que eran ella y los suyos los que habían fallecido hace tiempo y en forma de espíritus asustaban a los verdaderos habitantes de la mansión.
En la película, el cambio de paradigma fue sublime y repentino como una estocada de florete en esgrima. Estoy seguro que todos hemos pasado por casos donde nos creíamos de “estos” y mirábamos a “los otros” con desdén, para luego descubrir que en realidad pertenecemos a “los otros”.
Algunos casos personales:
- Como todos los que crecimos por allá, me fue transmitido por ósmosis que “los otros” que no se aprovechan de cualquier situación para su bien personal, sin importar que sea inmoral o ilegal, eran unos pendejos. Un par de cositas que me han pasado me demuestran que los pendejos son los que piensan eso.
- También de allá donde crecí: si alguien luce humilde es visto como un pecado, como la negación social, como “los otros”. Hoy prefiero ser de “los otros” yo mismo y no juzgar a nadie por como luce.
- Hace muchas lunas solía pensar que Venezuela era rica y afortunada. Leia en la prensa casos de países lejanos, en África o similares, donde los golpes de estado estaban a la orden del día y la gente se enfrentaba en las calles por ideologías políticas; o los casos de Cuba y Corea del Norte donde regímenes retardatarios subyugaban a la población. Yo pensaba: pobre de esos “otros” países, que afortunados somos que a nosotros nunca nos va a pasar eso ¡Pero que afortunados somos!...
- Para la época en que el régimen actual tomo la presidencia de Venezuela (increíble que ya sean 9 años) a mi me toco salir del país por trabajo. Me fui con una idea negativa del país (“…tienen lo que se merecen ¿no lo eligieron? ahí se los dejo…”) y veía a “otros” venezolanos que me venían con nacionalismos como ridículos. Hoy soy un ridículo que descubrió que no importa que tan lejos esté siempre voy a ser venezolano, con lo bueno y lo malo.
- Al retornar a Venezuela de esa expatriación temporal ya pensaba que no me expatriaba más, que un extranjero en otro país siempre estaba en desventaja de idioma, acento, idiosincrasia, códigos, etc. Hoy me siento supremamente cómodo en Australia.
- Cuando comencé a viajar por trabajo me conseguí a muchos venezolanos afuera. Pensaba que los venezolanos en el extranjero por estar lejos de su tierra dejarían atrás el clasismo que tanto nos caracteriza y serian más unidos. Ilustro la historia: yo estaba en un centro comercial en Miami cuando escucho a dos venezolanos hablar (los reconocí por el acento) y me les acerco amistosamente. En eso mis coterráneos cambiaron a hablar inglés entre ellos y así mantener la distancia conmigo y mi español. En fin, yo pensé que era de “ellos” pero resulta que era de “los otros”. Tengo mil historias así, sobre todo de Europa y la Florida.
- Por lo anterior, cuando llegué a Australia tenía mis ideas sobre los venezolanos en el extranjero. Poco a poco descubrí que aquí por ser la muestra más homogénea (todos profesionales, de la misma edad, con hijos) los venezolanos son mucho más unidos que en otras partes del mundo, así que ya no tengo ideas prejuzgadas (pero de vez en cuando los venezolanos aquí le hacemos honor al dicho “la cabra tira p’al monte”)
- Antes de salir de Venezuela escuchaba eso que llamaban Reggaeton como algo grotesco que emanaba del transporte público y puestos de vendedores callejeros, algo que escuchaban “los otros”. Hoy cuando escucho sonar los bajos se me sale el caribe por los poros.
En fin, por todo lo anterior es que yo no tomo posiciones radicales –pero siempre tomo una posición-, no discrimino –ni me dejo discriminar-, no me creo más que nadie –pero me esfuerzo en superarme-, no reniego totalmente –ni me mimetizo por completo- al principio no confió ni desconfío – pero siempre doy oportunidad-, nunca asumo que lo sé todo –pero estoy conciente de lo que sé-, siempre deseo el bien para los demás –tanto como deseo el mío-, siempre escucho –pero me aseguro de que soy escuchado-. Y hago todo eso, porque no se si hoy soy de “estos” y mañana me doy cuenta que soy de “los otros”. De hecho, a veces escucho voces extrañas en mi casa ¿acaso tú no?
domingo, marzo 30, 2008
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4 comentarios:
Excelente POST... tanto este como el de la REPUTACIÓN.
Saludos desde Pto Ordaz.. Venezuela. I´ll go to AU. Diego.
P.D. Si hay algo contra lo que no podemos luchar, es con el CARIBE que tenemos por dentro, asi no nos guste el REGUETON!!!
Gracias Diego,
Sabias que el reggaeton comenzo a sonar en Australia hace 2 anios?
Me tuve que venir a Australia para comenzar a pasarlo.
Saludos,
DIOSSSSSSSSSS QUE BUENO ESTA ESTE POST, QUE FINAL TAN MARAVILLOSO!!! ...Y hago todo eso, porque no se si hoy soy de “estos” y mañana me doy cuenta que soy de “los otros”. De hecho, a veces escucho voces extrañas en mi casa ¿acaso tú no?...
SALUDOS DESDE VENEZUELA
VERO
Buenas Tardes. Excelente.
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