sábado, agosto 02, 2008

La otra ciudad de los ángeles

Algunos le dicen el llamado de la selva, o el llamado de los lobos, pero a mi me gusta más la expresión “Les chèvres sont toujours attirés par le maquis”. Lo cierto es que volamos y desandamos parte del camino antes emprendido. Me preguntaba: “¿Qué tiene Tailandia?, ¿Qué tiene Bangkok qué atrae a tanta gente no sólo de vacaciones, como eran nuestros planes, sino que inclusive muchos farang se quedan a vivir? ¿Por qué ese coolness factor que envuelve a todo lo que tiene que ver con el antiguo reino de Siam?”

Al abrirse la puerta del aeropuerto recibimos una bofetada de calor húmedo que vino con un cúmulo de recuerdos primarios, de esos que no vienen del cerebro sino de la memoria visceral. Cuando nos adentramos a la ciudad inmediatamente nos sobrevino una sobre exposición de los sentidos. Bangkok es gigante, ruidosa, con un tráfico aplastante. Miles de personas marchaban por las calles, cuales hormigas, tratando de sortear a los muchos vendedores callejeros, puestos de comidas, otros transeúntes, turistas, miles de motos, vehículos.

Y Olores. Había muchísimos puestos de comida en la calle.
Así, el muy familiar tercer mundo nos dio -de nuevo- la bienvenida. Definitivamente esto no parecía -y aquí me permito usar el término mexicano que es menos despectivo- para niños fresa.
Pero esa fachada dura pronto develó un Bangkok mucho más cálido. El Bangkok de la eterna sonrisa Tailandesa, del hablar bajito, del conocido saludo “sawadee-ka” con las manos juntas en forma de rezo, de gente servicial que se desvive por atender, de un gracias “kah-kun-kah” del que casi se le siente el terciopelo. De un lenguaje tonal que recuerda a la textura de la seda. Viniendo de donde vengo, ya casi había olvidado este nivel de contacto personal.

Bangkok es sórdidamente espiritual. Los tailandeses son budistas de la tradición Therevada la cual se basa en la introspección -observarse uno mismo- la meditación y en acogerse a un sistema de preceptos entre los que destaca el “camino medio” o no-extremismo; este enseña fundamentalmente a no aferrarse pero tampoco a reprimirse. Casi cada dos cuadras hay al menos un pequeño altar para rezar, y por supuesto, también hay templos grandilocuentes que son destino turístico. Hay al menos 10 de estos templos, pero los más destacados son el Wat Pho y el Gran Palacio, este último es un complejo con varios templos que queda adyacente a la antigua residencia del Rey de Tailandia; infaltables en una visita a Bangkok.

“El Buda Acostado” dentro del templo “Wat Pho”


El Gran Palacio

Un análisis de la espiritualidad Tailandesa no está completo sin incluir la relación del pueblo con el rey. Tailandia es una monarquía constitucional, hay un primer ministro, pero se consiguen afiches y fotos del rey por todas partes. También observamos con curiosidad pequeños altares con ofrendas a reyes pasados (recientes de una o dos generaciones atrás)

La religiosidad en Tailandia se sincretiza abiertamente con la cábala y la superstición. Ningún tailandés osaría dar un paso importante sin antes consultarse con un Chamán. Esto en si, es sumamente complejo y es motivo de turismo temático desde todas partes del mundo -más popular de lo que uno podría imaginarse. Las ofertas de lecturas de cartas, planta de la mano, lectura de tabaco y demás hierbas abundan por todos lados, inclusive en el medio de la calle. Para mí todo es válido siempre que logre inspirar a la gente a prosperar por el buen camino. Curiosamente, observamos como se venden los números de teléfono celular de acuerdo a los números “de suerte”, siendo más costoso el que repita cierta combinación de números. ¡Numerología en acción!

El desapego por las cosas materiales del budismo tailandés contrasta poderosamente con el consumismo desaforado que se ve en las calles. Con todo el comercio formal abierto todos los días hasta las 10:00pm y el informal trabajando 24 horas, había centros comerciales inmensos, hiper-lujosos. También había mercados populares disfrazados de centros comerciales, y mis preferidos los mercados al aire libre. Los precios, risibles, en particular viniendo de Australia. El fuerte era ropa, calzados y joyería, todo de excelente calidad. Después de todo si uno revisa la etiqueta de cualquier camisa de marca comprada en cualquier lugar del mundo hay una buena oportunidad de que haya sido manufacturada en Tailandia.

Chinatown en Bangkok
(en este mercado se podría conseguir hasta un riñón para un transplante)

El anochecer en Bangkok no significa absolutamente nada para el ritmo de la ciudad. El tráfico y la cantidad de gente siguen igual. Aparecen, sí, las luces de neón y una vida nocturna que dejaría a las Vegas con los ojos pizpiretos.


Bangkok no sólo no duerme sino que -como los Gremlins- le gusta comer de noche. La gastronomía tailandesa no necesita presentación; faltaría aclarar que donde se come mejor es en una de esas mesas plásticas en las aceras junto a las ventas de comida en la calle –el precio es regalado. Una escapada a alguno de los muchos restaurantes de lujo también vale la pena. Comer en Tailandia es toda una experiencia: para dos o tres personas se sirven seis o más platos variados y cada quien toma un poco de cada uno. Lo que importa es compartir y el momento social.


Bangkok es una ciudad inmensa, intimidante. Al principio nuestro primer instinto fue el de resguardar nuestra seguridad personal, pero rápidamente corroboré lo que había investigado antes: Bangkok es una ciudad sorprendentemente segura. Se deducía por la inmensa cantidad de turistas y expats que se veían a toda hora y la omnipresencia de la policía turística.

Todo en Bangkok era increíblemente barato por cualquier estándar, cosa que indicaba -y que además sabía de antes- que los salarios tienden a ser muy bajos, que existía pobreza. Esta, además, era evidente. Yo siempre había asociado -demográficamente- a la pobreza en masa con la eventual aparición de delincuencia común, y ver a esta inmensa ciudad tal Caracas o São Paulo, con los mismos vicios tercermundistas, con el mismo caldo de cultivo, pero sin el mismo resultado violento anti-social, para mi representó un cambio de paradigma el cual me prometí analizar con mayor profundidad en el futuro. Para completar la utopía, Tailandia no tiene una industria petrolera o minera. Ellos viven de la manufactura y exportación de bienes de todo tipo -a super bajo costo- y de la agricultura. Eso, junto a otras actividades (turismo incluido) es lo que genera empleos.


Los salarios bajos más bien se manifiestan en algunos tailandeses tratando de sacarle dólares rápidos a los turistas. Algunos taxistas nos mentían diciendo que tal atracción estaba cerrada e insistían en llevarnos a una tienda o restaurante en particular –donde él ganaba una comisión. Hubo muchos casos como ese. En fin, lo intentaron mil veces pero no pudieron con nosotros. Los chóferes de los tuk-tuks eran particularmente mercenarios. Un tuk-tuk es un pintoresco carro-taxi de 3 ruedas que se maneja como una motocicleta, pintado de todos los colores posibles, que por sus características no tiene taxímetro. En Bangkok hay miles y miles de Tuk-tuks. Bangkok no fuera Bangkok sin ellos.


Nos fuimos de Bangkok sobre expuestos, saturados de pensar sobre cosas en las que usualmente no pensamos y muy satisfechos. Viviendo en la tranquilidad acogedora de Perth, Bangkok nos recordó la importancia de tener cierto agite de vez en cuando (y no hay que salir de Perth para tenerlo) También por primera vez sentí que mi tiempo para experimentar algo que realmente me atraía ya había pasado. En fin, no es difícil dejarse deslumbrar por la que -muchos dicen- es la verdadera capital del mundo.

Después de demolernos en Bangkok nos iríamos a Phuket, allá en la playa tendríamos unas vacaciones más convencionales, serían más las vacaciones de la Viv, y le daríamos un descanso a nuestros maltrechos sentidos.

Más de 100 fotos de nuestro viaje a Bangkok aquí.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Fer, muy linda experiencia, que se puede apreciar? del tsunami de diciembre del 2004 en Phuket. Para el que hace skydiving hay areas increibles cerca de Phuket ya que estar en el agua parece estar en una sopa caliente mas que en el mar.

La mayoria de los paises de Asia la sensacion de inseguridad sera la misma que la que viviste y a todos nos rompe los esquemas en que hemos crecido.

No te animaste a escribir sobre la oferta de sexo ya que 5% del GDP del pais proviene de ahi.

Tambien la cantidad de gente que viaja a hacerse operaciones cosmeticas o de cambio de sexo, claro un porcentaje de ellas no sales muy bien, pero a quejarse al Buda de mas adelante.

Me imajino ya viajaron con pasaporte Australiano asi que www.smartraveller.gov.au es una muy buena fuente de informacion antes de comenzar un viaje.

Claro tambien la paz que se ve esta presente porque el pais esta en la actualidad bajo Martial Law (creo es Ley marcial en castellano?).

Bueno pero el motivo por el cual escribo es mas que nada que nada para comunicarte que no se porque pasa pero hasta el mensaje anterior la pagina se podia leer bien con internet explorer 6 y probe con las 5 computadoras que hay en casa y todas da el mismo error, asi que esto lo pude ver usando Mozilla Firefox.

Quizas tengas otras personas que tengan el mismo problema??

Suerte

Anónimo dijo...

Conchale chamo, de lo que me perdi yo, mira, no hubiese pelado ninguna de las taguaras, y mucho menos un chaman, esos deben ser todos unos expertos no tan charlatanes como los de occidente, ya que de por si los asiaticos son mas calladitos, aunque a veces mas bulleros.

Espero que en el proximo viaje podamos tomarnos una foto juntos.

Fer dijo...

anonimo: el sabado el sitecounter tuvo problemas, por eso no podias entrar.

Si se de todas esas cosas, pero en Bangkok no lo vi mucho. Si lo vi en Phuket y en su momento lo reseniare (fotos incluidas, espero que no desentone en un blog familiar)

Todavia sigue en pie la proposicion del post conjunto. Don't shy away!

Anonoma enmascarada: jaja asi sera!

Anónimo dijo...

Fer que bello este post, me dan ganas de irme de vagaciones ya :). Sabes que mirando las fotos me recuerda mucho a Venezuela, no sé siento cierto aire parecido. quizás será el tiempo que tengo sin ir que me tiene delirando :S....
salut,
t.

Fer dijo...

Hola Tere,
Si, se puede a llegara parecer un poco a vzla, pero a la vez es tan diferente. Oye, eso de vagaciones con G fue a proposito?

Saludos,