Hoy fuimos a pasear por Cottesloe beach. En todo el trayecto, ida y vuelta, escuchaba en el carro Soda Stereo, el disco en vivo de la gira “Me veras volver 2007”. Tal vez parezca un hallazgo forzado, pero esta tarde descubrí que Soda le queda de perlas a Perth como sound track. Pero claro, de eso no se enteran los perthianos. Y Cerati menos aún.
Lo llaman memoria musical. Nada trae memorias tan vivas como escuchar esa canción de la misma época. Y allí estaba yo, manejando hacia la casa pero con la mente veinte años atrás en el mirador de la Alameda en Caracas, donde bajo los acordes de Nada Personal a un grupo de amigos nos daban las seis de la mañana hablando pajita de la buena. Y ya a esa hora la sinergia era tal, que lo que fuera, lo que pasara, así fuera una mosquita volando, nos daba mucha risa. ¡Ah! y además éramos inmortales. Sí señor.
Hoy en día disfruto otro tipo de música, pero más nunca ninguna melodía me ha logrado mover como la de esa época. Y claro, estoy consciente que con la edad nos volvemos especialmente remolones a aprender y experimentar cosas nuevas. Hablar otro idioma, la forma en que se socializa, las costumbres o la ideología política, todo eso se debería aprender bien antes de los treinta, y entre más temprano mejor. Luego es mucho más difícil. Y cambiarlo lo es más aún.
Mi filosofía de vida es el balance. Compensar la terquedad de la edad, con la sabiduría de la experiencia que viene con ella. Balancear la tozudez, con el entusiasmo de nunca dejar de sorprenderse con las cosas. Bien lo decía Nietzsche: “la madurez no es más que recuperar la seriedad con la que jugábamos cuando niños”. “¡Y que así sea!” me dije mientras continuaba manejando hacia la casa. Y resoluto, me propuse explorar más aun, vivir más en estos tiempos, que allá afuera hay un mundo nuevo, lleno de gente, música y cosas interesantes. Y así llegue a la casa.
Aquí al llegar, me quito los zapatos y me voy al closet a guardarlos. Para mi sorpresa, cuando abro el guardarropa, reparo en la fila de blue jeans: todos, absolutamente todos ¡eran Levi’s 501! De diferentes colores, pero eran los mismitos de hace 20 años. Y lo demás era igual: los zapatos emulaban los mocasines Sebago y Thunderbird, las franelas ahora no son Ocean Pacific pero son Billabong. Chemises, camisas, pantalones ¡todo era ochentoso! si acaso noventoso temprano. Sí, ese soy yo.
Y horrorizado del hallazgo, me fui a la cama en shock.
7 comentarios:
Er mio.... como que no se habia dado cuenta que le estan pegando los años....
Changos!! Mi madre siempre me ha dicho: ya vístete como "muchacha" porque sigo aferrada con los Levis, los Nike, RBK y T-shirts... bueno, he cambiado un poco y ahora tengo "ropa para el trabajo". Guácatelas!
Se te pasará el shock pero creo que tu estilo NOP!
Saludos
Queeeeeeee no debe haber nada peor que sentirse ochentoso Fer!!!! Nada que ver!!! Jajajaja como pasa el tiempo y uno no se da cuenta :S
Er mio: yo soy el que le pago a los anios, no ellos a mi..
Gaby y Mariale: el shock no es ser ochentoso si no darse cuenta lo atras que quedaron los ochenta...
Sr. Fernando,
Primera vez que le escribo, su blog me parece muy diferente e interesante a la vez jajaja, he reido, reflexionado y pensado muchas cosas.
Proxima a emigrar a Albany, espero en algún momento conocerlo...
Saludos y de verdad para ser colega, podría pensar en ser escritor!!!
Saludos desde su natal Venezuela.
Sra. Koala,
Gracias por lo que me toca pero bien temprano me di cuenta que casi todos los que se dedican a las letras son ricos en espiritu pero lamentablemente terminan pobres en el bolsillo...
Por que a Albany? No hay fuentes de trabajo alla. Vete a Karratha (up North) Alli si que va a haber mucho trabajo. Todos nos deberiamos ir para alla...
Saludos
Sr Fer,
Jajaja gracias por lo de sra.
Bueno me faltó un detalle por decirle.. soy ing agronomo.. por eso dije albany, y mi carrera esta en demanda en el sur... Pero bueno el dato.. muy bueno!!
Y tiene razón, los escritores son ricos en espíritu y sus bolsillos vacios... ja!
Estamos en contacto.. un abrazo!
Publicar un comentario