Crónicas Perthianas, siempre ocupada con la difusión de la cultura popular de este país, hoy hace la primera entrega de la serie The Aussie way. La serie busca introducir al hispano parlante a esta cultura tal vez enfatizando las diferencias culturales, no para separar o ironizar, sino buscando aproximar a las dos culturas.
A veces he escuchado -de parte de extranjeros- que Australia no tiene una cultura propia, que todo es prestado de la Gran Bretaña y los EEUU. No estoy de acuerdo. Esta es una de las culturas más ricas con las que he tenido contacto. Cierto que aquí no hay pirámides ni templos, pero la cultura está en la gente, en la que forma que llevan el día a día, en el Aussie way. El Aussie way es todo un conjunto de costumbres, es como una plantilla de comportamiento que todos siguen, es sumamente atractiva en valores, simpática en su contenido, un poco radical en su componente regionalista, a veces llegando a extremos de culto. Y como en todo culto, siempre hay algunos fanáticos puristas -que paradójicamente tienden a ser los que no nacieron aquí- pero esos no son verdaderos Aussies. El Aussie de verdad, la mayoria, es inclusivo, simpático y sobretodo muy plain (sencillo).
Y nada encarna mejor a esa sencillez australiana como la costumbre de caminar descalzos en la calle (walking barefoot). Nótese que no se trata de un caminar descalzo casual como se ve en localidades playeras, no. Se trata de alguien que se fue desde su casa en el suburbio, tomó el tren, se bajo en el CBD (centro de la ciudad), hizo sus diligencias y volvió a su casa por la misma vía, todo el trayecto descalzo. Así, es frecuente conseguirse a alguien descalzo en el tren, en locales de comida rápida, en el banco, caminando por la calle, en los centros comerciales, etc. A veces cargan las cholas en el bolsillo de atrás del pantalón (¿?) Alguien pensará que los que andan descalzos son de cierta clase social. ¡No! Cualquiera camina descalzo aquí. Recuerdo cuando éramos vecinos de la haute socialité en Cottesloe que allí fue cuando más vimos a gente descalza, lógicamente en la playa, y bien lejos de la playa también. Se ve a gente completamente vestida de los tobillos para arriba, mujeres maquilladas que claramente no vienen de la playa, que se bajan del carro sin zapatos a ponerle gasolina al carro. Se ve a gente en los pubs abarrotados, en cuyo piso se revuelven mezclas exóticas de licores y jugos humanos, un piso pues como para caminar con botas de pescador hasta la cintura; allí hay gente descalza. Y esto no es algo Perthiano, lo vi en igual magnitud en Sydney y Brisbaine. No he conseguido evidencias todavía de que esto se vea en Melbourne. Tal vez es algo que tenga que ver con el clima -porque se ve más en verano-
Ahora bien, cuando no se está descalzo, se viste la pieza que es la pasión nacional australiana: thongs (cholas), pero de esas, las de dedito, las que si se ponen horizontales a contraluz se desaparecen por lo delgado de la suela, esas que en Venezuela se usan en la casa y nadie sale a la calle ni loco con ellas. Paradójicamente, he aprendido que esta pieza se usa en todo el mundo cuando el clima lo permite: Asia, Europa, EEUU, casi toda Latinoamérica, pero no mucho en la Venezuela urbana -tengo una idea del porque pero no viene al caso ahora- Como sea, si usted viene para acá, mejor váyase acostumbrando.
A veces he escuchado -de parte de extranjeros- que Australia no tiene una cultura propia, que todo es prestado de la Gran Bretaña y los EEUU. No estoy de acuerdo. Esta es una de las culturas más ricas con las que he tenido contacto. Cierto que aquí no hay pirámides ni templos, pero la cultura está en la gente, en la que forma que llevan el día a día, en el Aussie way. El Aussie way es todo un conjunto de costumbres, es como una plantilla de comportamiento que todos siguen, es sumamente atractiva en valores, simpática en su contenido, un poco radical en su componente regionalista, a veces llegando a extremos de culto. Y como en todo culto, siempre hay algunos fanáticos puristas -que paradójicamente tienden a ser los que no nacieron aquí- pero esos no son verdaderos Aussies. El Aussie de verdad, la mayoria, es inclusivo, simpático y sobretodo muy plain (sencillo).
Y nada encarna mejor a esa sencillez australiana como la costumbre de caminar descalzos en la calle (walking barefoot). Nótese que no se trata de un caminar descalzo casual como se ve en localidades playeras, no. Se trata de alguien que se fue desde su casa en el suburbio, tomó el tren, se bajo en el CBD (centro de la ciudad), hizo sus diligencias y volvió a su casa por la misma vía, todo el trayecto descalzo. Así, es frecuente conseguirse a alguien descalzo en el tren, en locales de comida rápida, en el banco, caminando por la calle, en los centros comerciales, etc. A veces cargan las cholas en el bolsillo de atrás del pantalón (¿?) Alguien pensará que los que andan descalzos son de cierta clase social. ¡No! Cualquiera camina descalzo aquí. Recuerdo cuando éramos vecinos de la haute socialité en Cottesloe que allí fue cuando más vimos a gente descalza, lógicamente en la playa, y bien lejos de la playa también. Se ve a gente completamente vestida de los tobillos para arriba, mujeres maquilladas que claramente no vienen de la playa, que se bajan del carro sin zapatos a ponerle gasolina al carro. Se ve a gente en los pubs abarrotados, en cuyo piso se revuelven mezclas exóticas de licores y jugos humanos, un piso pues como para caminar con botas de pescador hasta la cintura; allí hay gente descalza. Y esto no es algo Perthiano, lo vi en igual magnitud en Sydney y Brisbaine. No he conseguido evidencias todavía de que esto se vea en Melbourne. Tal vez es algo que tenga que ver con el clima -porque se ve más en verano-
Ahora bien, cuando no se está descalzo, se viste la pieza que es la pasión nacional australiana: thongs (cholas), pero de esas, las de dedito, las que si se ponen horizontales a contraluz se desaparecen por lo delgado de la suela, esas que en Venezuela se usan en la casa y nadie sale a la calle ni loco con ellas. Paradójicamente, he aprendido que esta pieza se usa en todo el mundo cuando el clima lo permite: Asia, Europa, EEUU, casi toda Latinoamérica, pero no mucho en la Venezuela urbana -tengo una idea del porque pero no viene al caso ahora- Como sea, si usted viene para acá, mejor váyase acostumbrando.